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Artículos Anuarios 30-12-2023

Anuario de un gestor cultural del juego 2023



Y bueno… En este 2023 no he sido el más productivo, ni el más constante, ni el más creativo; Tener demasiado tiempo libre no es bueno para la salud jajajaja. Tampoco ha sido un año donde los proyectos me hayan salido a pedir de boca, iniciando por la Global Game Jam 2023 que organizamos en el Planetario de Chimalhuacán, un espacio increíble, lleno de magia, con capacidad para más de 300 personas, de las cuales sólo asistieron… 2 de las personas inscritas, y sólo iban al evento nocturno. Lo bueno fue que en línea sí hubo más quorum, suponemos que lo lejano del venue y la mala fama de la zona no ayudaban en nada, pero en verdad que se perdieron de algo, porque nosotros la pasamos bomba jajaja.

Este 2024 también tendremos sede de la GGJ pero ahora con apoyo de Frik-In, la sede será la Mermelada Friki GGJ 24 y mayormente será virtual, pero nos reuniremos en presencial el domingo 28 en una zona más céntrica de la CDMX, confío que ahora sí tengamos más quorum ?? 


La primera mitad del año transcurrió medianamente lenta, entre otras cosas continué aprendiendo LSM, hubo un evento para evaluar posibles instructores certificados en Unreal Engine el cual reprobé por tener poca experiencia con el engine (pero me quedé con las ganas de aprender más y lo estoy haciendo), lo interesante de esta experiencia fue conocer a gente talentosísima usando UE en México y con unas capacidades de enseñanza súper geniales. En verdad que UE sí está muy rudo, y lo que se viene… (Aprendan UE, recuerden que los engines no son equipos de futbol, son herramientas, y como tal debemos aprender a usar todas las que podamos)  


El momento más esperado de la primera mitad del año llegó, la Mini Game Work Jam Fest - Contra el tráfico ilícito de bienes culturales. Definitivamente es la Game Jam más importante del año para mi, porque es donde verdaderamente se realizan proyectos con impacto. Este año hubo pocos participantes, pero el nivel de trabajo de las personas que se comprometieron con sus proyectos, es increíble. El juego ganador “La Ruta de los Exvotos” tuvo un resultado impactante. Y pues, en esta jam al no haber muchos participantes este año y sabiendo que es una jam vital para la industria de nuestro país -Si piensan que soy pretencioso sólo por ser uno de los organizadores, ahorita les explico por qué eso es lo menos relevante- pues le entré con tres propuestas de juego, un escaperoom y dos juegos narrativos. Aver… ¿Por qué la Mini Game Work Jam de conservación del patrimonio cultural es una jam “vital” para la industria en nuestro país? Considero que es así por dos razones fundamentales, la primera, porque es una jam que promueve la profesionalización y el salto de hobista a amateur y semiprofesional de las personas que tienen interés en dedicarse a desarrollar videojuegos de forma profesional. Y la segunda porque es un evento que genera juegos serios dentro de gobierno federal, y los resultados generados de éstas jams, como lo fue el premio The Keck, del año pasado, así como, los productos de divulgación de la importancia de la conservación del patrimonio cultural, es un comprobante que tiene la industria mexicana para decir a las autoridades de gobierno federal que los juegos importan y tienen un impacto positivo en la sociedad. Si ustedes no participan en este tipo de jams la señal que se está enviando es que como industria no nos interesa hacer juegos, y mucho menos que nos interesa que tengan un impacto social, lo cual tiene como resultado que no haya apoyos gubernamentales, y ya ni se diga que no haya apoyos desde Cultura, ¡de Economía! ¿Creen que sólo por que los juegos generan dinero deberían recibir apoyo de gobierno? ¡JA! Falta un rato para que eso suceda, y más, para que sea a nivel nacional y a todos los niveles. Desde Cultura tenemos muchos frentes de entrada a obtener apoyos en diferentes ámbitos, ya que la cultura permea todas las actividades del ser humano. 

Y hablando de apoyos de gobierno, desde aquí envío una felicitación a Ángel Garfias, a todos los académicos y alumnos de la UNAM, la Finisterra y personas aliadas de la academia, que desde hace varios años están abriendo el camino para el desarrollo de juegos desde la máxima casa de estudios de México. 

Y después de éste largo paréntesis continúo con mis aventuras retomando mi participación en la jam, donde hicimos-hicieron, el juego Agente 00Cheemte una visual novel donde lancé la idea de la mecánica del juego y Rodrigo, Dasser y Mildred hicieron la magia. El resultado es una novela visual jocosa, educativa y con 6 o 7 finales, definitivamente un proyecto que disfruté mucho.


A la par de estar organizando esta jam pude colaborar con Pink Bear Games, aquí agradezco a Isabel Vázquez que me haya permitido participar en un proyecto que al final se cayó y no vio la luz, pero que me permitió trabajar con grandes talentos como Yee y Bruno. El proyecto no está muerto, sólo está durmiendo (espero jajaja)  y ojalá en 2024 se pueda retomar parte del trabajo, y si no, lo aprendido fue mucho. 


Trabajando con Isabel también me invitó a colaborar con la Game Jam Plus, donde pudimos retomar el formato presencial (ya me hacía falta) y lo divertido fue que me dí cuenta que a 10 años de haber entrado en esta industria ya ando abueleando y está surgiendo la necesidad de escribir las memorias de la industria jajaja, han pasado táaantas cosas…

De esto me dí cuenta cuando a las 11:00 pm estaba en la sala de descanso con varios de los jammers (estudiantes universitarios) contándoles las historias de la industria, nombres de héroes, heroínas, y uno que otro villano.


A la par coincidió con que el hambre es canija y más el que la aguanta, entonces tuve que doblar las manitas y regresar a dar clases presenciales (Gracias Rich por rescatarme de la hambruna y darme el chance de echar a perder a tus alumnos jajaja). Desde hace varios años no había querido dar clases, el año pasado regresé a hacerlo en formato virtual y ahora en presencial. Ya sabía que no sabía sobre Gamedesign y sigo sin saber, pero el dar clases siempre te obliga a aprender más, y en esta ocasión no fue la excepción, pero lo más interesante es que la mayoría de lo que dicen los libros que consulté, son cosas que he aprendido haciendo juegos y organizando jams. Aún tengo muchas dudas sobre diseño de juegos, pero dos cosas me quedaron muy grabadas, la primera es una frase de que el diseñador de juegos se dedica a enseñar a resolver problemas sin que la gente sepa que está aprendiendo a resolver problemas. Y la segunda es que para balancear un aspecto de juego debes probar ambos extremos del problema e ir ajustando los valores a partir de ir cortando a la mitad, por ejemplo: ¿El juego está desbalanceado porque el enemigo se mueve muy rápido? prueba usando dos velocidades, la actual que es extremadamente rápida, y una extremadamente lenta, de ahí divide los valores a la mitad y revisa si el nuevo parámetro se carga hacia lo lento o hacia lo rápido, dependiendo de la sección, tomando el punto medio anterior como uno de los extremos vuelves a dividir a la mitad y evalúas el resultado, el procedimiento se repite hasta que el valor adecuado aparezca. Esto creo que aplica a todos los problemas de balance, incluso narrativos, el punto está en entender que el balance es el punto medio entre dos extremos. 


El reencontrarme con alumnos en formato presencial de nivel licenciatura tuvo sus altibajos, pero felizmente el grupo que me tocó tenía pasión por hacer juegos, temía que no lo tuvieran por comentarios sobre experiencias de otras personas con sus respectivos alumnos de diferentes universidades, pero felizmente mis alumnos tuvieron el ánimo para realizar 4+ juegos durante el cuatrimestre. Si bien no vimos tanto gamedesign sí intenté que reflexionaran sobre las decisiones que tomaban al hacer los juegos, no lo logré del todo y eso es algo que tengo que pulir, pero creo que sí cambiaron su modo de acercarse a hacer juegos y entender cuál es el proceso básico. 


Ya para mediados y finales de año el “Fest” de la Mini Game Work Jam de conservación del patrimonio cultural fue toda una aventura en el Castillo de Chapultepec, ya habíamos inaugurado con juegos en el Complejo Cultural Los Pinos, pero ahora estar en el Museo Nacional de Historia fue un hito impactante. Hacer la retrospectiva de 5 años de organizar jams y hacer juegos de conservación deja como enseñanza lo que anteriormente comenté sobre la importancia de participar en ese tipo de eventos, y una de las recompensas es exponer nuestro trabajo en algunos de los lugares más icónicos de nuestro país. 


Apoyar en eventos sigue siendo una manera muy interesante de conocer personas y seguir haciendo buenas relaciones, si bien este año no apoyé tanto como hubiere querido, sí apoyé un poco con el festival Stop Motion MX que sigue siendo un importante festival que atañe también a la industria de juegos, y en el cuál deberíamos participar más usando el stop motion como técnica de desarrollo visual.


La cereza del pastel fue la Noche de las Estrellas, evento de astronomía que se realiza en Ciudad Universitaria y para el cual rehice mi simulador de vuelo espacial con la intención de exponerlo ahí, pero que por angas o mangas sólo se mostró 20 minutos o menos y yo no lo hice porque estaba apoyando tomando fotografías de recuerdo (100 fotografías que no cobramos por cierto, lo cual nos deja una lección importante para no desaprovechar oportunidades de negocio jajaja) pero no me pesó no mostrarlo, porque le cedimos el lugar  a unos estudiantes que montaron un simulador de vuelo espacial en VR y tuvieron un éxito rotundo. Aquí quiero especialmente agradecer a Lizbeth Morales por todo el apoyo que me dió durante este año para diversas actividades que realizamos en conjunto, así como, por recordarme ese amor tan grande que le tengo a la astronomía. Ojalá que en 2024 ese simulador pueda tener un empuje visual gracias a las habilísimas manos de Liz, cuyo talento en la animación digital y la edición de video es considerablemente alto.


Ya con esta me despido, este año me llevo aprendizajes y no dejo muchos, al hacer este recuento de los daños me doy cuenta que sí se cayeron varios proyectos, pero en realidad hice mucho más de lo que recordaba haber hecho. Hice mucho pero recibí poco dinero, eso me madreó anímicamente la mayor parte del año, no está chido andarse preocupando por lana, pero sírvame de lección para aprender a cobrar mejor por mi trabajo, así como, para dejar la soberbia y planear mejor.


¡Feliz 2024!



PD: Gracias a todas las personas con las que conviví este año, especialmente y como los últimos años a todas las personas que laboraron y laboran en Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural y que apoyaron a la Mini Game Work Jam Fest, a Cataxis por la increíble compilación de juegos mexas. A mi maestro y mentor Jacinto Quesnel, Ricardo Osorno, Isabel Vázquez, Marco Ricardo Sánchez, Massiel, Sergio Andrade y un largo etcétera. 

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